miércoles, 16 de septiembre de 2009

EL OBJETO DE ESTUDIO DE LO ESTETICO


Estética

La estética es la rama de la filosofía que tiene por objeto el estudio de la esencia y la percepción de la belleza. Formalmente se la ha definido también como "ciencia que trata de la belleza de la teoría fundamental y filosófica del arte". La palabra deriva de las voces griegas αἰσθητική (aisthetikê) «sensación, percepción», de αἴσθησις (aisthesis) «sensación, sensibilidad», e -ικά (ica) «relativo a».
La estética estudia las
razones y las emociones estéticas, así como las diferentes formas del arte. La Estética, así definida, es el dominio de la filosofía que estudia el arte y sus cualidades, tales como la belleza, lo eminente, lo feo o la disonancia.
Lo estético: no se funda en conceptos, no se puede medir: "No puede haber ninguna regla de gusto objetiva que determine por conceptos lo que sea bello, puesto que todo juicio de esta fuente es estético, es decir, que su motivo determinante es el sentimiento del sujeto y no un concepto del objeto". No hay ciencia sino crítica de lo bello. La sensación sensorial es incomunicable. La comunicación viene de lo común (u ordinario) a todos.






EL OBJETO DE ESTUDIO DE LA ESTETICA

La estética es la ciencia que estudia e investiga el origen sistemático del sentimiento puro y su manifestación, que es el arte, según asienta Kant en su "Crítica del juicio". Se puede decir que es la ciencia cuyo objeto primordial es la reflexión sobre los problemas del arte. Si la Estética es la reflexión filosófica sobre el arte, uno de sus problemas será el valor que se contiene en su forma de manifestación cultural, y aunque un variado número de ciencias puedan ocuparse de la obra de arte, sólo la Estética analiza filosóficamente los valores que en ella están contenidos.



· ¿Qué quiso decir Kant cuando afirmó: "La complacencia que determina los juicios del gusto es ajena a todo interés. Llamamos interés a la complacencia que lleva aparejada para nosotros la representación de la existencia de un objeto"? A partir de la lectura de los documentos complementarios y la guía didáctica.

Kant (CJ, § 1) dice: el juicio del gusto (para diferenciar si algo es bello o no) no es un juicio de conocimiento, no es lógico sino estético, pues mediante el mismo no se señala nada del objeto de la representación, sino como se siente afectado el sujeto por la representación.

EL sentimiento de placer y displacer, que funda una muy particular facultad de diferenciación y enjuiciamiento, no aporta nada al conocimiento. Esto es pues de todos modos correcto y la indagación del territorio completo de estas sensaciones de placer y displacer recae exclusivamente en la estética pero el arte como tal no tiene nada que ver con el juicio de gusto, pues su tarea es precisamente el conocimiento de las cosas, la caracterización de aspectos muy determinados en el objeto de la representación, que justamente no se dejarían caracterizar por ningún otro medio1.







BIBLIOGRAFIA


http://www.digital.unal.edu.co/dspace/bitstream
es.wikipedia.org/wiki/Estética

jueves, 10 de septiembre de 2009

aportes la esencia de lo estetico

APORTE INDIVIDUAL








PRESENTADO POR:
BLANCA DORYS ROJAS CHAVES
ESTUDIANTE DE PSICOLOGIA
BLOG: http://dorys146.blogspot.co/






TUTOR:YURY JÄÄMAN








UNIVERSIDAD NACIONAL ABIERTA Y A DISTANCIA – UNAD
GRUPO: ESTÉTICA
2009




LA ESENCIA DE LO ESTÉTICO
Friedrich Kainz





El comportamiento estetico se disatingen rasgos propios y característicos de los valores positivos de vivencia en que se traduce el comportamiento intelectual, ético práctico, religioso, etc. Quien contempla con deleite un capullo de rosa recién abierto y bañado por el rocío de la mañana, quien escucha con placer una bella melodía o sigue con profunda emoción el desarrollo de un drama en la escena, se entrega a una vivencia de una estructura psíquica específica y peculiar. No es necesario tener una gran capacidad de introspección para darse cuenta, en lo que a esa estructura psíquica se refiere, de que la satisfacción del espíritu que en tales casos se produce fluye
Nos comportamos estéticamente ante las cosas y ante sus formas cuando las contemplamos y vivimos sin buscar otra finalidad que lo que ellas puedan dar a nuestro sentimiento. Lo específico y peculiar de la actitud estética reside en que, al adoptarla, nos entregamos por entero a la contemplación o a las percepciones del oído, sintiendo con ello como un estado de beatitud, sin ir más allá ni buscar nada más allá de esta pura impresión. Sin que, al decir esto, queramos referirnos tan sólo, naturalmente, al lado externo de la percepción sensible, sino al acto de la captación y asimilación espiritual, considerado en su conjuntoactos encaminados a apropiarnos aquello que apetecemos o a sacar de ello ciertas ventajas de orden material. Este interés es el que Kan considera incompatible con la conducta puramente contemplativa, característica del comportamiento plenamente estético.He aquí las palabras de Kant: "La complacencia que determina los juicios del gusto es ajena a todo interés. Llamamos interés a la complacencia que lleva aparejada para nosotros la representación de la existencia de un objeto. Este guarda siempre, por tanto, relación con nuestra capacidad de apetencia, bien como razón determinante de ella, bien como algo necesariamente relacionado con su razón determinante. Ahora bien, cuando nos preguntamos si algo es bello, no tratamos de saber si esperamos o podríamos esperar algo de la existencia de una cosa, sino sencillamente cómo la enjuiciamos desde el punto de vista de la simple contemplación (intuición o reflexión)."

PELICULA MATRIX

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Matriz se ha convertido en un referente en la ciencia ficción, y algunas de sus escenas de lucha y desafío de las leyes naturales han sido ampliamente emuladas y reflejadas tanto en otras películas como en trabajos de aficionados y fanáticos, pasando a ser un elemento de la cultura popular.
La película plantea que en el futuro, casi todos los seres humanos han sido esclavizados, tras una dura guerra, por las máquinas y las inteligencias artificiales creadas. Estas los tienen en suspensión, y con sus mentes conectadas a una simulación social que representa el final del siglo XX, Matrix. Los seres humanos son usados por las máquinas para obtener energía, y los pocos humanos descendientes de los que no cayeron en las redes de los robots o que han sido liberados de Matrix, la simulación, viven en la ciudad de Zion. Desde allí, una pequeña flota de naves se mueve por el subsuelo, entrando de forma clandestina a Matrix y tratando de liberar cada vez a más personas conectadas, buscando a aquellos que intuyen que algo no es correcto en el ilusorio mundo en que viven. Algunos de los capitanes de estas naves, como Morfeo (Laurence Fishburne), creen que hay alguien en Matrix que es El Elegido, la persona que acabaría con la guerra con las máquinas según una antigua profecía. Morfeo se fija en Neo (Keanu Reeves), un pirata informático que vive atrapado en Matrix sin saberlo, creyendo que él puede ser El Elegido.
Neo es liberado gracias a la acción de Trinity (Carrie-Anne Moss), miembro de la tripulación de Morfeo, pero a la vez es perseguido por unos programas de Matrix, los agentes, liderados por Smith (Hugo Weaving), que pretenden acceder a los ordenadores de Zion gracias a la traición de otro subordinado de Morfeo, Cypher. Los agentes consiguen capturar a Morfeo, y Neo es forzado a rescatarle arriesgando su vida. Al final de la primera película Neo se revela como El Elegido y acaba con Smith.
En las siguientes entregas, la acción se divide entre la realidad, donde las máquinas deciden atacar directamente Sion, y el mundo virtual, donde Smith, está infectando Matrix como un virus.
La película destaca por mostrar el concepto clásico de la filosofía sobre si el mundo que nos rodea es real o ficticio. (Teoría de los dos mundos de Platon).
Ilustra el problema mostrado por la ciencia ficción, principalmente de la obra Neuromante (Neuromancer) de William Gibson (muchas similitudes) y en literatura sobre robots (las obras de Isaac Asimov, por ejemplo, se oponen a esta posibilidad), como en películas como Terminator y Yo, Robot (que se centran en ella), sobre la posibilidad de que las máquinas y la inteligencia artificial creadas por el hombre se rebelaran contra él.